El siervo de Dios padre Ramón Martí y Amenós nació el día de Todos los Santos del año 1905 en Vallbona de les Monges, donde fue bautizado a los dos días. El día 22 de septiembre de 1928 era ordenado presbítero.
Era muy activo y celoso, y se distinguió, como consiliario, en la formación de los jóvenes del Grupo San Gregorio y de la Federación de Jóvenes Cristianos de Cataluña, siendo vicario de la parroquia de Falset. Entre los jóvenes trabajó en la mejora de las secciones dramática y de cine.
Durante su estancia como vicario organizó diferentes encuentros de Juventudes Católicas.
Fue el instaurador de una serie de conferencias dialogadas sobre temas apologéticos y de moral, que obtuvieron un éxito sin precedentes.
Otra faceta de su apostolado fue, por encargo del Mn. Nogués, arcipreste de Falset, la formación cultural de los seminaristas de la parroquia. También fue un buen colaborador en la catequesis parroquial.
A pesar de su gran actividad apostólica, no descuidaba la oración ante el Santísimo y la meditación, especialmente del Evangelio.
Otros aspectos de su labor pastoral fueron la dirección espiritual y su espíritu de obediencia a los superiores. Últimamente, ante la persecución religiosa de julio de 1936, cuando pudo salvarse por sí mismo, no abandonó su arcipreste y su compañero, vicario también, el presbítero Mn. José Mª Sancho, hasta derramar la sangre y obtener la palma del martirio junto con ellos el día 12 de agosto del 36, tal como se detalla en hablar del siervo de Dios padre Antoni Nogués.